miércoles, 26 de noviembre de 2014

POR QUE NO HAN SIDO LEGALIZADAS LAS DROGAS

  Son muchos los comunicadores que se pronuncian por la legalización de las drogas, sobre todo ante el aumento desmedido de la violencia que ha generado la guerra emprendida por el Gobierno federal. Entiendo que, por una parte, ante los más de cincuenta mil muertos que han resultado de esta guerra y, por otra, ante el aumento del consumo de drogas, estos bien intencionados periodistas apuesten por esta medida que, desafortunadamente, no representaría el fin del problema criminal y sí, aumentaría en proporciones inimaginables el problema de salud mental entre los niños y los jóvenes y ahí les voy con argumentos.
Se piensa de manera simplista que "muerto el perro, se acabó la rabia". Es decir, que en el momento en que las drogas dejen de estar prohibidas, desaparecerían los cárteles. Este es un error. Son innumerables los mercados lícitos que generan un mercado negro. Los tenemos por doquier: armas, tabaco, metales preciosos, medicamentos, obras de arte. La legalización no supondría la desaparición de los actuales capos productores: éstos pueden organizarse en oligopolio como oferentes legales. Sus medios económicos se lo permiten y presionan a favor de la legalización, bajarían los precios, pero éstos se compensarían con un mayor volumen de venta-consumo.
En caso de que se despenalizaran las drogas, su venta, adquisición y consumo tendrían que regularse de la misma manera que ocurre con el tabaco y el alcohol a nivel mundial, pero esta media no evitaría a las mafias que harían llegar la droga a los menores, como ocurre con las drogas ilícitas. Y, por otra parte, el crimen organizado se dedicaría al secuestro, a la trata de personas, al tráfico de armas y otras actividades delictivas, con lo que la violencia tampoco desaparecería ni bajaría la criminalidad, sólo cambiaría el "giro".
La legalización es una medida que no puede llevarse a cabo en un solo país. La posibilidad de acuerdo internacional en este sentido es remota. La posición en contra de la comunidad internacional está recogida en la convención del año 1988, suscrita por todas las naciones del mundo bajo la premisa de que es una obligación de los gobiernos velar por la salud integral de la población.

No se trata de coartar la libertad individual (así sea para hacerse daño de manera consciente) al prohibir el consumo de sustancias psicotrópicas, sino de evitar mayores problemas de salud pública para los cuales los sistemas actuales no están preparados ni en estructura ni en recursos presupuestales. Baste mencionar que en México se destinan más de 30 mil millones de pesos anualmente para atender nada más los problemas de salud derivados del tabaquismo, sin contar las miles de muertes que cobra mundialmente y todos los días.
Para quienes deseen saber más el tema, les recomiendo la página de Centros de Integración Juvenil, www.cij.gob.mx. A mayor información seria y basada en la investigación científica, mejor comprenderemos por qué no se deben legalizar las drogas.

Daniela Loeza Herrera 1 B

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